El cabello de un niño no solo es más suave y fino que el de un adulto: también es más sensible a los cambios, al clima y a los productos que se utilizan en él. Por eso, cuando se trata del cuidado del cabello para bebés y niños, una pregunta clave surge en todos los hogares: ¿cada cuánto tiempo se debe lavar el cabello de un niño para mantenerlo limpio, sano y fuerte?
Puede parecer un detalle menor, pero la frecuencia y los productos que elijas influyen directamente en su salud capilar. Lavar demasiado puede eliminar los aceites naturales que lo protegen; hacerlo poco puede provocar acumulación de grasa o irritación. La clave está en entender las necesidades de su cuero cabelludo según la edad y el tipo de cabello.
En esta guía encontrarás la frecuencia ideal, recomendaciones prácticas y una rutina sencilla para cuidar el cabello de tus pequeños sin errores.

El cuero cabelludo infantil: cómo cuidarlo correctamente desde pequeños
Antes de hablar de rutinas, vale la pena entender cómo es el cabello de un niño. Durante los primeros años de vida, el cuero cabelludo produce menos sebo —esa capa natural que mantiene la hidratación—, lo que lo hace más propenso a la resequedad. A medida que crecen, la producción aumenta y aparecen los primeros signos de grasa, especialmente en la etapa preadolescente.
Además, el pelo de los niños es más fino, lo que significa que:
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Se enreda con facilidad.
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Pierde brillo si se lava con fórmulas muy fuertes.
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Es más sensible a la exposición solar o al cloro de la piscina.
Por eso, el cuidado capilar infantil requiere productos suaves, pH neutro y rutinas adaptadas a cada etapa.
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¿Cada cuánto lavar el cabello de un niño según su edad?
La frecuencia del lavado depende principalmente de la edad, el tipo de cabello y la rutina diaria del pequeño. Aquí te dejamos una guía práctica:
De 0 a 2 años – Cuero cabelludo en formación
Durante esta etapa, el cuero cabelludo del bebé todavía se está adaptando. No hay una producción significativa de grasa, así que no es necesario lavarlo todos los días. Lo ideal es hacerlo cada dos o tres días, o cuando el bebé sude mucho.
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Usa shampoo para bebés con ingredientes naturales como manzanilla o avena.
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Evita las fragancias fuertes o los productos con alcohol.
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Si aparece costra láctea, masajea suavemente con aceite vegetal antes del baño.
La clave está en proteger su barrera natural y mantener una limpieza suave.
De 3 a 6 años – Etapa de exploración y juego
Aquí el cabello está más expuesto: sol, sudor, arena, piscina… todo se mezcla. En esta edad puedes lavar su cabello cada dos días o incluso a diario, si el niño juega mucho al aire libre o suda con frecuencia.
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Alterna el shampoo con un acondicionador ligero que facilite el peinado.
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Introduce un spray desenredante si tiene el cabello largo o rizado.
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Enseña al niño a cepillarse suavemente desde las puntas.
Esta es una buena edad para empezar a usar productos de la línea Kids de René Chardon, pensada especialmente para el cuidado del cabello de los niños, con fórmulas seguras, suaves y dermatológicamente probadas.
De 7 a 12 años – Más actividad, más cuidado
En esta etapa, la producción de grasa comienza a aumentar, especialmente en la raíz.
Aquí puedes lavar el cabello de un niño cada dos días, ajustando según su tipo de cabello:
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Cabello fino o liso: puede necesitar lavarse con mayor frecuencia (día de por medio).
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Cabello grueso o rizado: puede lavarse cada tres o cuatro días, priorizando la hidratación.
Recomendaciones:
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No uses agua muy caliente, reseca y debilita el cabello.
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Incorpora un protector capilar si nada en piscina o va mucho al sol.
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Seca con toalla de microfibra, sin frotar.
Si tu hijo tiene el cabello claro o deseas mantener reflejos naturales, puedes probar el kit aclarado mamá e hijos, que ofrece un aclarado progresivo y natural, ideal para mantener un tono luminoso sin agredir el cuero cabelludo infantil.

¿Qué tipo de shampoo elegir para niños?
Escoger el producto adecuado marca la diferencia. No todos los shampoos infantiles son iguales, y algunos pueden tener fórmulas más agresivas de lo que parecen. Al elegir, asegúrate de que el producto cumpla con lo siguiente:
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pH neutro o balanceado: evita alterar la barrera natural del cuero cabelludo.
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Sin sulfatos ni parabenos: estos agentes limpiadores pueden resecar.
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Ingredientes naturales: como aloe vera, manzanilla, avena o aceite de coco.
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Textura ligera: los niños no necesitan shampoos densos ni cremosos.
Un buen ejemplo son los productos de la línea Kids de René Chardon, especialmente diseñados para proteger la suavidad y brillo natural del cabello infantil, con aromas suaves y texturas ligeras que no irritan los ojos.
Errores comunes al lavar el cabello de un niño
Incluso con los mejores productos, hay errores frecuentes que pueden afectar la salud capilar de los niños. Algunos de los más comunes son:
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Lavar con demasiada frecuencia: elimina los aceites naturales que protegen la hebra capilar.
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Usar agua caliente: debilita la fibra y puede causar irritación.
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No desenredar correctamente: provoca quiebre y puntas abiertas.
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Aplicar productos de adultos: los niños tienen un pH distinto, por lo que necesitan fórmulas específicas.
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Olvidar el protector solar capilar: el sol también daña el cabello infantil.
Corregir estos hábitos marcará una gran diferencia en su salud capilar a largo plazo.
Rutina completa de cuidado del cabello infantil
Si buscas mantener el cabello de un niño sano, suave y brillante, aquí tienes una rutina sencilla que puedes aplicar en casa:
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Lavado suave: usa un shampoo neutro y masajea con las yemas de los dedos.
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Acondicionamiento: aplica un acondicionador ligero solo de medios a puntas.
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Desenredado: utiliza un peine de dientes anchos y un spray desenredante.
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Secado natural: evita el calor directo; si usas secador, elige temperatura baja.
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Protección solar: en días de piscina o playa, aplica un protector capilar infantil.
Haz de esta rutina un momento divertido, no una tarea. Puedes cantar, dejar que ellos elijan su peine o usar una toalla colorida para hacerlo más entretenido.
Beneficios de cuidar el cabello infantil desde temprana edad
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Fortalece la hebra capilar y previene daños futuros.
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Evita resequedad y enredos dolorosos.
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Fomenta la autonomía y la autoestima.
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Crea hábitos saludables que permanecerán en la adolescencia.
Cuando los niños aprenden a cuidar su cabello desde pequeños, desarrollan una relación positiva con su imagen y bienestar.

Una rutina simple para un cabello feliz
El cabello de un niño no necesita grandes esfuerzos, solo constancia y productos adecuados. Adaptar la frecuencia del lavado a su edad, elegir fórmulas suaves y enseñarles hábitos básicos hará que su cabello crezca sano y fuerte.
En René Chardon, entendemos que el cuidado infantil requiere confianza y calidad. Nuestra línea Kids ofrece shampoos, acondicionadores y tratamientos diseñados para proteger el cabello desde sus primeros años.
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